Date. La nueva funcionalidad de Tinder.
UX/UI case study
En muchas ocasiones, es bastante probable que profesionalmente haya que enfrentarse a retos en los que el producto ya está desarrollado. Unirse a un equipo y trabajar sobre un camino ya andado, puede parecer tarea fácil pero adaptarse y comprender un producto ya creado y a sus usuarios, no deja de seguir siendo todo un desafío. Durante la tercera semana en Ironhack, trabajamos en el diseño de una nueva funcionalidad que debíamos incorporar a una app popular ya existente. De esta forma, seleccionamos Tinder, la app de citas más popular del mundo, para enfrentarnos al reto y mejorar su experiencia de usuario.
¿Qué es Tinder?
Si no sabes de lo que se trata, continúa leyendo.
Tinder apareció por primera vez en 2012 en un campus universitario. Actualmente se ha convertido en la aplicación más popular del mundo para conocer gente nueva. Con más de 340 millones de descargas, la app está disponible en 190 países y en más de 40 idiomas.
La aplicación es muy sencilla: usando la función swipe right, el usuario desplaza un perfil a la derecha para indicar que alguien le gusta. Si a ese alguien también le gusta el otro perfil, ¡es un match! A partir de este momento, ambos perfiles podrán entablar una conversación a través del chat y si se da el caso, incluso llegar a quedar.
Mi papel
Este proyecto se llevó a cabo durante cuatro días en los que formé parte de un pequeño equipo junto a Andrea Romero y Manuel Arias-Paz. Conocer al usuario a través de la investigación, definir el problema, idear la solución, adaptarla al diseño visual de Tinder, escribir los copies y realizar el diseño de interacción fueron las tareas a desarrollar. Aunque todo el desarrollo del proyecto fue conjunto, yo me centre más concretamente en la realización del lean survey canvas y userflow.
El reto
Nuestro objetivo se centro en encontrar los problemas de los usuarios al utilizar la app. Sin embargo, no intentábamos cambiar su esencia. Nuestras ambiciones pasaban por crear una función que diera más valor al producto y que a su vez, fuera útil sin quedarnos en la superficie. Nos emocionaba el hecho de crear algo significativo y queríamos realmente que el usuario se encontrara una función totalmente nueva y no una pequeña modificación en la app. La acción principal de Tinder es simple: swipear a la derecha y con un poco de suerte, ¡es un match! Nuestra tarea consistía en darle un plus a la experiencia que permitiera a la app diferenciarse de la competencia.
Capítulo I
Primeros pasos
Al comienzo del proyecto, no teníamos un enfoque claro para la nueva función que íbamos a desarrollar. Teníamos muchas preguntas que necesitaban respuesta. De este modo consideramos que para entender el producto, debíamos ser nosotros mismos los que testeáramos cómo funcionaba. Una descarga en la tienda de aplicaciones y ¡manos a la obra!
Fase de empatización
Preguntamos y escuchamos a los usuarios realizando un total de 97 encuestas y 12 entrevistas. Nuestro objetivo era comprender las preocupaciones a las que se enfrentaban y las soluciones alternativas que empleaban. Los resultados fueron reveladores y observamos como la gran mayoría optaba por hacer uso de otras redes sociales para seguir en contacto con la persona que habían hecho match. De este modo, los usuarios terminaban por abandonar Tinder.
Capítulo II
Fase de definición
Tras realizar las entrevistas, nos quedó más claro que los usuarios esperaban que la experiencia fuera fluida. Las herramientas utilizadas para la investigación ayudaron a comprender rápidamente las necesidades de nuestros usuarios y nos brindaron una comprensión concreta de los problemas a los que se enfrentaban:
- Chat falto de opciones.
- Demasiada mezcla de intereses.
- Desorientación de las personas a la hora de quedar.
Me sorprendieron los problemas que encontramos. Cada vez la solución estaba más cerca pero debíamos focalizarnos en un problema concreto mejor delimitado. Los usuarios sentían el hecho de quedar en persona como un gran obstáculo al que no sabían cuándo enfrentarse.
“Los planes se van posponiendo y al final con la mayoría de personas
no llego ni a quedar”.
Finalmente, ayudados del lean UX canvas definimos el principal problema que afectaba tanto a usuarios como a negocio:
La gente tiende a abandonar las conversaciones y no quedan nunca, quedando descontentos con Tinder.
El usuario ideal
Desde un principio contábamos con cuatro arquetipos diferentes que finalmente pudimos unificar en uno para facilitar el proceso. Desarrollamos una imagen clara de a quién se dirigiría el diseño de la nueva funcionalidad permitiéndonos saber como iba a encajar en la vida de los usuarios.
Imaginamos experiencias ideales y nos centramos en cómo piensan y se comportan las personas en lugar de entrar en detalles sobre interfaces y tecnologías. Crear un escenario detallado nos permitió trabajar con fluidez y formar la columna vertebral de la nueva función que permitía solucionar el problema de nuestros usuarios.
Capítulo III
Fase de ideación
Analizar nuestra investigación y realizar un brainstorming sobre las diferentes alternativas que podíamos adoptar, nos permitió idear una solución apropiada. Esto nos brindó una forma de visualizar qué funcionalidad y contenido sería útil, qué oportunidades teníamos disponibles para innovar y también qué opciones descartar.
Ahora lo teníamos claro, queríamos convertirnos en facilitadores de citas. Mientras que nuestros competidores se enfocaban en añadir filtros de búsqueda y más opciones en el chat, nuestra solución pasaba por ayudar a los usuarios a obtener un beneficio mucho mayor para que las conversaciones no cayeran en el abandono al no llegar a quedar.
La solución
Buscador de bares, restaurantes y eventos
Nuestra prioridad clave fue centrarnos en el principal problema del usuario que ve cómo las conversaciones van muriendo sin obtener el objetivo fundamental de una app de citas: quedar. Nuestra primera tarea: añadir un con acceso a un buscador de planes para una primera cita.
Propuestas en función de intereses
Más allá de ofrecer planes aleatorios, queríamos que la experiencia de usuario fuera completa sugiriéndole lugares en función a sus propias preferencias. De este modo, vimos la oportunidad de construir un vinculo más profundo entre nuestros usuarios.
Organizador de citas interactivo
Nos imaginamos lo difícil que supone a veces cerrar una fecha y hora concreta para quedar. Añadir un calendario nos pareció un acierto y una buena manera de cerrar el círculo.
La importancia de las herramientas
Ocho minutos nos bastaron para representar y plasmar gráficamente cómo iba a verse la nueva funcionalidad dentro de la app y detectar las pantallas más problemáticas sobre las cuales iba a ser más difícil ponerse de acuerdo. Sin duda, que cada uno de los integrantes del equipo realizará un crazy 8, fue un gran ahorro de tiempo y nos permitió evitar la creación de wireframes innecesarios que seguramente no iban a ser de utilidad.
Estructurando la experiencia
Después de identificar los puntos clave en nuestro scenario y saber qué solución íbamos a adoptar, definimos el flujo principal que nuestro usuario iba a seguir a través de la nueva funcionalidad de la aplicación.
Capítulo IV
Establecer el diseño de la nueva funcionalidad
Al realizar varios crazy 8 con anterioridad, generamos montones de ideas sobre la disposición de la interfaz de usuario, los elementos y los comportamientos interactivos de la nueva función. Por fin todo comenzaba a evolucionar hacia algo tangible. En este caso, jugábamos con ventaja ya que partíamos de un diseño ya creado y una estética que debíamos seguir para no perder la esencia de Tinder. La anatomía de la nueva función tenía que adaptarse y ensamblarse a la perfección a un estilo ya fijado. Sin duda todo un desafío al no disponer de recursos como una guía de estilo o un UI kit. Era la hora de definir los atributos de marca a través de un moodboard y crear un style tile.
Fase de prototipado
Ya lo teníamos casi todo, la nueva funcionalidad y el estilo que iba a seguir. Nos lanzamos a la realización de los primeros wireframes que representaban el flujo ideal del usuario desde que hace match con un perfil hasta que acepta una cita sugerida. Debido a la escasez de tiempo, trabajamos rápidamente saltando directamente del low-fi a la creación del hi-fi con sus respectivos prototipos.
Capítulo V
Fase de testeo
Con el low-fi ya testeado empezamos con el desarrollo del hi-fi.
Realizadas todas las pantallas del flujo de usuario en iOS, ya solo nos quedaba testear en usuarios el resultado final por si hubiera alguna modificación. Como hay que estar preparados para todo, nos pareció interesante añadir una pantalla de error ya que nunca se sabe en qué momento internet puede fallar. Finalmente este fue el resultado obtenido:
Qué aprendí
En tan solo 4 días desarrollar esta funcionalidad fue todo un logro que trajo consigo un gran aprendizaje. Como en cualquier proyecto, a veces las cosas no salieron bien desde el principio y divagamos en el mar de dudas de lo que supone querer encontrar la mejor solución.
La importancia de una buena organización de tareas para cumplir con plazos tan limitados de tiempo, fue algo que tuvimos en cuenta para ser más agiles y resolutivos. A pesar de esto, en ocasiones llegamos a sacrificar por falta de tiempo algo de calidad de los entregables como es en el caso de las interacciones del prototipo.
Como equipo nos entendimos a la perfección. Conseguimos crear una funcionalidad adaptada a usuario y negocio sin caer en las opciones más básicas que otras apps de la competencia ya ofrecen. Sin duda todo un desafío, aunque muy gratificante viendo el resultado final.
¡Gracias por leerme! Estaré encantada de resolver preguntas y escuchar sugerencias para seguir aprendiendo así que, no dudes en comentar 📩
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